Suárez tendrá que despedirse de ceiba de más de 150 años
22 junio, 2018
Manos inescrupulosas son las culpables de que ‘el destino mágico del centro del país’ esté a punto de perder su bien natural más preciado.
La vida del árbol insignia de Suárez: una ceiba con más de 150 años de antigüedad está próxima a extinguirse. Solo un ‘milagro’ evitará que sea talada.
Lo anterior, en razón a que la Dirección Territorial Oriente de Cortolima solicitó al Municipio cortar el árbol, por el inminente riesgo que representa para los transeúntes.
El histórico árbol, ubicado en el centro de la plaza municipal y que por más de 15 décadas brindó sombra y orgullo, se está cayendo a pedazos. Ya ha perdido más del 70 por ciento de sus ramas.
La pérdida de su imponente follaje no es producto de la edad, sino consecuencia de manos inescrupulosas; precisamente de dos jóvenes en alto estado de embriaguez, dicen algunos suarences contradictores de la Administración, quienes en enero de 2017, provocaron un incendio que no solo quemó un pesebre sino que atacó la ceiba, la cual hoy presenta en su interior grave deterioro por insectos, perforaciones localizadas en el fuste principal y en las ramas.
Negro diagnóstico
Bajo este desalentador diagnóstico y ante la continua caída de ramas, la autoridad ambiental indicó al alcalde Luis Ángel Gómez Lizcano que debe talar el espécimen arbóreo, para disminuir el peligro de la población que transita por la zona. Dicha labor silvicultural tendrá que ser adelantada por personal experto.
Una vez ejecutada la orden, el Municipio tendrá que realizar la reposición, “con un individuo de la misma especie (Ceiba petandra)”, en buenas condiciones de desarrollo vegetativo y adaptación al sitio, con una altura no inferior de tres metros.
Atendiendo la comunicación de la Dirección Territorial Oriente, la Alcaldía de Suárez empezó a retirar los ‘despojos’ de la ceiba, como medida inicial.
La tala, según lo indicado por el mandatario, aún no es una decisión definitiva, pues espera tener otro concepto técnico por parte de la Corporación Autónoma Regional del Tolima, Cortolima.
De recibir en Ibagué el mismo dictamen: “se debe talar”, el burgomaestre reunirá a la comunidad para explicarle la situación, para que la ‘despedida’ sea concertada y con los honores que merece.
“A pesar de que las expectativas de evitar este nefasto fin no eran muy alentadoras y que los ingenieros que nos han apoyado, han coincidido con la gente del campo sobre el daño causado, guardo la esperanza de que haya algo que hacer para salvar el que ha sido nuestro símbolo de historia y cultura”, dijo.
Sumado a ello, insistió en que continuará buscando la manera para que este “acto irresponsable y desmedido” sea castigado con todo el peso de la ley, porque “con este hecho bárbaro y profano de magnitudes astronómicas, atentaron contra más de cuatro mil 200 habitantes a quienes sé que al igual que a mí les está doliendo el alma”.
