El Lago de los Cisnes y la Sinfonía 4 de Tchaikovsky, por la Filarmónica de Bogotá.

El Lago de los Cisnes y la Sinfonía 4 de Tchaikovsky, por la Filarmónica de Bogotá.

10 febrero, 2022 0 By admin


La actividad desarrollada por la Fundación Filarmónica
Colombiana y el trabajo liderado por el maestro Raúl
García, permitieron la creación de la Orquesta Filarmónica
de Bogotá, institucionalizada mediante el Acuerdo 71
de 1967. En la búsqueda de democratizar la cultura musical,
promover la práctica de la música de cámara, la dirección y
la divulgación de la música sinfónica, la Orquesta se convirtió
en patrimonio de la ciudad.
Ha realizado casi en su totalidad los ciclos de compositores
como Mahler, Bruckner y Bartók, por mencionar algunos.
Conciertos con artistas como Totó La Momposina, Puerto
Candelaria, China Moses, Miguel Poveda, Petit Fellas, Manuel
Medrano, Juanes, Aterciopelados, Herencia de Timbiquí, entre
muchos otros, le han permitido acercarse a nuevos públicos.
Ha recibido dos premios Grammy Latinos: en 2008 por Mejor
Álbum Instrumental 40 años y en 2018 como reconocimiento
a la ingeniería de sonido a Rafa Sardina por el CD 50 Años
Tocando Para Ti. Desde 2013 la Orquesta Filarmónica de
Bogotá dio un paso definitivo para lograr lo que los expertos
consideran la consolidación del proyecto musical más
ambicioso del país: convertir a la Orquesta en un Sistema de
Orquestas.
ORQUESTA
FILARMÓNICA
DE BOGOTÁ
En 2020 la Orquesta se enfrentó al enorme reto de seguir
adelante, a pesar de la dramática coyuntura de la pandemia.
Con el propósito de seguir manteniendo en alto el estado de
ánimo de los habitantes del país y de la ciudad, pasó de un
momento a otro al terreno virtual: no abandonó su proyecto de
formación y llegó a nuevos públicos con mega producciones
como Soy Colombiano, Pueblito Viejo, conciertos con Juanes,
el Cholo Valderrama y Monsieur Periné. Cerca de seis millones
de personas han disfrutado de la música interpretada por la
Orquesta Filarmónica de Bogotá, que tiene 99 músicos, la
Filarmónica Juvenil de Cámara, los niños, niñas y jóvenes del
proyecto de formación musical y sus maestros, la Filarmónica de
Música Colombiana, la Banda Filarmónica y otras agrupaciones
del Sistema.
Los logros durante la pandemia llevaron a la Orquesta a ganar el
Premio Nacional de Alta Gerencia en reconocimiento a su labor
durante la coyuntura sanitaria. Así mismo, fue nominada junto
con Juanes a Mejor Concierto Virtual en los Latin American
Music Awards.
En 2021, la Orquesta Filarmónica de Bogotá eligió a su nuevo
Director Musical Titular, el sueco Joachim Gustafsson, quien
es además director titular de la Orquesta Sinfónica de Borás
de Suecia; director artístico del Festival Tommie Haglund,
entre otros.
La Filarmónica de Bogotá tiene el compromiso de seguir
desarrollando iniciativas culturales de primer nivel,
democratizar la música sinfónica y apoyar las iniciativas
dirigidas a mantener en alto el espíritu de los ciudadanos de
Bogotá, Colombia y el mundo.

S
in duda uno de los compositores más populares del
romanticismo tardío es el ruso Piotr Ilich Tchaikovsky.
Desde niño mostró talento para la música pero se
formó para ser funcionario civil. No soportó el trabajo
y a los 23 años se retiró para dedicarse a la música. Ingresó
al Conservatorio de San Petersburgo, fundado hacía poco
tiempo por Anton Rubinstein, quien se convirtió en el mentor
del joven músico. Desde su época de estudiante empezó a
componer con regularidad y creó un legado amplio y variado.
En el género del ballet Tchaikovsky hizo aportes fundamentales
con la música para El lago de los cisnes, La bella durmiente y
Cascanueces. En el ambiente de los cuentos folklóricos rusos,
El lago de los cisnes cuenta la historia de amor imposible entre
el príncipe Siegfried y Odette, quien ha sido convertida en
cisne por el malvado barón von Rothbart. El ballet se estrenó
el 20 de febrero de 1877 y tuvo una temporada relativamente
exitosa. Seis años más tarde, en 1882, Tchaikovsky tuvo la
idea de conformar una suite con algunas partes del ballet, de
manera que se pudiera interpretar en concierto, ya fuera en
versión orquestal o en versión para piano a cuatro manos.
El proyecto solo se llevó a cabo algunos años después de la
muerte de Tchaikovsky y no es claro si el compositor hizo en
realidad la selección. Como quiera que haya sido, la suite recoge algunos de los momentos más importantes del ballet.
La brillante orquestación y las hermosas melodías características del estilo del compositor crean la atmósfera mágica
perfecta para la historia y se aprecian también en el último
número de la suite que inicia el programa de hoy.

En el campo sinfónico Tchaikovsky contribuyó con siete magníficas obras. En mayo de 1877, poco tiempo después del estreno de El lago de los cisnes, el compositor ruso inició la
composición de la Sinfonía n. 4 en Fa menor, op. 36. Emocionalmente pasaba por una época muy difícil. Su breve y
tormentoso matrimonio con Antonina Ivanovna Milyukovna
lo sumió en una profunda depresión y le dejó un gran dolor por el resto de su vida. Pero por otro lado, Nadezhda von
Meck, una viuda adinerada, amante de la música y personaje
fascinante, se convirtió en la mecenas del compositor tanto
emocional como económicamente por varios años. Nunca
se encontraron personalmente pero tuvieron una interesante
comunicación epistolar. En una de sus cartas, von Meck le pidió al compositor que le explicara la sinfonía. En su respuesta, el compositor le dice que es imposible traducir la música
en palabras: “¿Me pregunta usted si hay un programa definido para esta sinfonía? Cuando me hacen esta pregunta sobre
una obra sinfónica mi respuesta es: ¡ninguna! Es una pregunta difícil de responder. ¿Cómo poner en palabras las sensaciones intangibles que se experimentan al escribir una obra
instrumental sin un tema específico? Este es un proceso puramente lírico. Esto es, fundamentalmente, una descarga del
alma en la música, con su esencia destilada en sonidos, de la
misma manera como un poeta lírico se expresa en versos. La
única diferencia es que la música tiene medios mucho más
poderosos y un lenguaje más sutil con el que expresar miles
de emociones y estados de ánimo diferentes”. Sin embargo,
el compositor le expresa en su carta algunas de las emociones que vivió al componer la obra. Le dice cómo la obra inicia
con un tema principal que es para él el destino del que surgen
sentimientos de dolor y angustia, así como de añoranza de la
tranquilidad y la felicidad que parecen imposibles. La sinfonía
es una obra profundamente romántica de emociones extremas e intensas, melodías sobrecogedoras y una orquestación
brillante. Tchaikovsky también emplea aquí melodías populares rusas. El estreno de la sinfonía tuvo lugar el 22 de febrero
de 1878 en Moscú, bajo la batuta de Nikolai Rubinstein.