Bodegas Santa Lucia le regalo a Ibague: CREMA DE ARROZ.

Bodegas Santa Lucia le regalo a Ibague: CREMA DE ARROZ.

1 diciembre, 2020 Off By admin

Bodegas Santa Lucia, una industria orgullosamente Tolimense fundada en la ciudad de Ibagué en 1991,
dedicada a producir de vinos y licores de la mejor calidad, en el 2011 incursionó en el mercado de las
cremas para brindar al mercado un portafolio más completo.
En el año 2016 tras conocer la noticia que en la meseta de Ibagué se cultivaba el primer arroz con Denominación de Origen en Colombia, motivados por el orgullo y amor por esta región, se decidió crear un
producto con el cual rendirle un homenaje a sus raíces y que mejor que una crema de licor a partir de este
cereal de calidad excepcional y además insignia del departamento del Tolima.
Así comenzó la investigación y desarrollo de la primera crema de arroz en Colombia, su elaboración es a
partir de la mejor materia prima, el arroz de “La Meseta de Ibagué”, este cereal es fermentado y destilado hasta obtener un alcohol de arroz, base para la formulación de la crema láctea, la cual es saborizada
con toques de clavos y canela, dando como resultado un licor cremoso exquisito, balanceado y apetitoso.
Este manjar al cual llamaron “4 Lunas” por las fases de la luna que se emplean en la siembra, cosecha y
maduración de este excepcional cereal desde la agricultura ancestral, quienes conocían de las energías
entre el cielo y la tierra, tal como lo narra la leyenda budista “El Alma de la Doncella” la cual nos inspiró
en el concepto y desarrollo del arte de este producto.

La historia de este excepcional cereal está llena de preciosas leyendas y cuentos de ensueño donde
se encuentra relación con la luna y el arroz como un regalo de los dioses, es el caso de la leyenda
“El Alma de la Doncella” que fue nuestra inspiración para el concepto y marca de la crema de arroz
4 Lunas.

La doncella le solicitó entonces a Shivá una condición y era que le hiciera llegar a ella un alimento
de tal clase y deleite que jamás pudiera resistirse a él.
Shivá se dispuso a complacerla, y envió emisarios por todo el mundo para que buscaran tan preciado manjar, transcurrió el tiempo y ninguno de ellos regresó.
Shivá se convenció entonces de la imposibilidad de complacer a la doncella y ésta empezó a entristecerse cada día más, hasta que por fin falleció en sus brazos impotentes.

Cuenta una leyenda que el dios Shivá, tras proponerse crear
un ser distinto a los demás en perfecciones, dio forma y
espíritu a una inigualable doncella, a la que puso por
nombre Retua-Dumila, que significa “joya esplendorosa“.
Observo Shivá su magnífica obra y se sintió tan complacido
que decidió tomarla como su esposa, así no se separaría de
ella jamás. La doncella se resistió en principio a llevar a cabo
aquel proyecto y ante tan penosa situación fue solicitado el
juicio y sabiduría de los dioses, quienes se reunieron en consejo y aprobaron aquel matrimonio

La doncella le solicitó entonces a Shivá una condición y era que le hiciera llegar a ella un alimento
de tal clase y deleite que jamás pudiera resistirse a él.
Shivá se dispuso a complacerla, y envió emisarios por todo el mundo para que buscaran tan preciado manjar, transcurrió el tiempo y ninguno de ellos regresó.
Shivá se convenció entonces de la imposibilidad de complacer a la doncella y ésta empezó a entristecerse cada día más, hasta que por fin falleció en sus brazos impotentes, que no pudo hacer nada
para evitarlo.

Shiva mandó a sepultarla en un bello panteón de plata,
ordenando a un príncipe que montara guardia alrededor
de la tumba.
Trascurrieron 4 lunas, cuando vieron los guardias con
asombro aparecer una viva luz sobre la tumba y como
brotaban alrededor de su sepulcro varias plantas desconocidas.
Al ver aquellas hermosas y exóticas plantas que nadie
había visto antes, Shivá comprendió que aquél sería el
exquisito manjar que habría necesitado la doncella para
vivir y su espíritu bondadoso lo había elaborado para
felicidad de los mortales, entonces dijo:
– En estas plantas reside el alma de la doncella, y de
aquí en adelante las llamaremos “pari” que significa
arroz. Repartid sus semillas entre los hombres, porque
con el tiempo constituirán uno de sus más preciosos
alimentos y les traerá felicidad

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