En el corazón de la Ciudad Musical de Colombia brilla una mujer cuya valentía trasciende cualquier límite físico. Su nombre es Sol Covaleda, y desde hace años es sinónimo de fortaleza, liderazgo y amor por el Tolima.
Al frente de la Fundación Nuestra Señora de la Esperanza (Funce) —una entidad sin ánimo de lucro legalmente constituida desde el año 2015—, esta mujer ha demostrado que la discapacidad no es un impedimento, sino una plataforma para servir, construir y transformar realidades.
Durante la más reciente edición del 51º Festival Folclórico Colombiano, Sol Covaleda y su fundación marcaron un hito. En medio del colorido desfile de carrozas, trajes típicos, música y danza, una comparsa única se robó los aplausos del público: la de Funce, que integró a personas con discapacidad, mujeres cabeza de hogar, y artistas de todas las edades.
Entre todos, brillaba ella, como el Sol, montada en su silla de ruedas pero erguida con el porte de quien lleva en su corazón la bandera de la inclusión y la cultura.
La carroza de Funce fue una de las más aplaudidas del festival. Entre pájaros artesanales, detalles alusivos al café y símbolos folclóricos del Tolima, apareció una reina con discapacidad que desafió los estereotipos y dejó claro que el folclor también es un lenguaje de igualdad, fuerza y dignidad.
Sol Covaleda no solo participó, se adueñó del escenario, mostrando que la verdadera belleza del festival es la diversidad y el respeto por todas las formas de expresión humana.
La Fundación Funce trabaja todo el año en capacitar mujeres y hombres en situación de vulnerabilidad, ofreciéndoles formación en artes, oficios y herramientas laborales con las que puedan acceder a nuevas oportunidades. Durante el festival, esta comparsa no fue solo una muestra artística, sino el reflejo de todo un proceso social y humano que Sol Covaleda lidera con amor y disciplina.
Sol Covaleda se convirtió, sin buscarlo, en la reina simbólica del Festival Folclórico Colombiano. La más fuerte, la más valiente, la más entregada.
Su participación nos recuerda que el folclor también se vive desde la resiliencia, desde la lucha diaria por la equidad, y desde la esperanza que brota de quienes no se rinden jamás.
Funce y su directora Sol Covaleda han dejado huella, no solo en el desfile, sino en la historia misma del festival.
Porque hablar hoy del folclor colombiano también es hablar de inclusión, de justicia social, y de mujeres como Sol Covaleda , que nos enseñan que el alma no tiene barreras cuando está hecha de coraje.