El director de la Escuela de Negocios y Desarrollo Internacional del Politécnico Grancolombiano, Sebastián Chacón Marín, explica que, aunque prever el comportamiento exacto de la tasa de cambio es complejo, existen algunos escenarios probables.
· Según Chacón, las políticas monetarias globales jugarán un papel crucial, ya que, si la Reserva Federal decide reducir sus tasas de interés ante una desaceleración de la economía estadounidense, el dólar podría debilitarse.
· En el ámbito nacional, la capacidad de Colombia para controlar su inflación, diversificar su base exportadora y mantener la confianza de los inversionistas, será clave.
· Para mitigar estos efectos, Chacón recomienda a las diversificar loss ingresos. Para las familias, se trata de priorizar el ahorro en monedas fuertes, como el dólar.
Diciembre de 2024. La tasa de cambio entre el peso colombiano y el dólar estadounidense ha sido un tema recurrente en las conversaciones de ciudadanos, empresarios y analistas económicos en 2024. Según Google Trends, las búsquedas relacionadas con el dólar han aumentado un 48% respecto al 2023, reflejando la incertidumbre sobre su comportamiento y su impacto en la economía nacional. Entonces, ¿qué se espera para el 2025?
El director de la Escuela de Negocios y Desarrollo Internacional del Politécnico Grancolombiano, Sebastián Chacón Marín, analiza los factores que llevaron al dólar a cerrar este año en valores superiores a los $4.300 pesos, cifra que superó las expectativas iniciales de varios analistas: “en un contexto económico global, la fortaleza del dólar no solo refleja las políticas monetarias de Estados Unidos, sino también las vulnerabilidades internas de la economía colombiana”.
Y es que la tasa de cambio en 2024 estuvo influenciada por factores externos e internos. A nivel global, la política monetaria de Estados Unidos, con incrementos sostenidos en las tasas de interés desde 2022 por parte de la Reserva Federal para controlar la inflación, atrajo inversionistas hacia activos en dólares, debilitando monedas de mercados emergentes como el peso colombiano.
Proyecciones para 2025: ¿una leve recuperación o más incertidumbre?
Aunque prever el comportamiento exacto de la tasa de cambio es complejo, los analistas coinciden en algunos escenarios probables. Según Chacón, las políticas monetarias globales jugarán un papel crucial. Si la Reserva Federal decide reducir sus tasas de interés
ante una desaceleración de la economía estadounidense, el dólar podría debilitarse, favoreciendo una apreciación del peso colombiano.
Sin embargo, advierte que este escenario no está garantizado. Factores como la reelección de Donald Trump en 2024 han generado incertidumbre en los mercados financieros. Las medidas adoptadas por el nuevo gobierno de los Estados Unidos, relacionadas con los aranceles, el manejo de la tasa de interés, la posición frente los conflictos armados y la balanza comercial con China, puede llevar al fortalecimiento del dólar para los primeros días de gobierno por la expectativa inversionista y respaldo de algunos sectores que generan confianza en el mercado estadounidense.
En el ámbito nacional, la capacidad de Colombia para controlar su inflación, diversificar su base exportadora y mantener la confianza de los inversionistas, será clave. Se espera que el crecimiento económico el 2025 repunte, gracias a la disminución de la tasa de interés por parte del BanRep, e impacte en la generación de empleo. Estas condiciones auguran la cotización del dólar por arriba de los $4200 para los primeros días del año. No obstante, la política fiscal del país no ha sido clara con respecto al cumplimento del presupuesto para el 2025, y los efectos que pueda tener sobre la regla fiscal, y las decisiones alrededor del tema pueden afectar la calificación de riesgo.
Chacón subraya que, aunque el sector del petróleo sigue siendo vital, la promoción de bienes no tradicionales como la agroindustria y el turismo podría reducir la dependencia de un solo producto y mejorar la posición competitiva del país.
Impacto en los ciudadanos y recomendaciones para el 2025
El comportamiento del dólar tiene efectos directos sobre la vida diaria de los colombianos. Desde el precio de alimentos importados hasta el costo de productos tecnológicos, una tasa de cambio alta incrementa los costos para los consumidores finales. Además, las empresas que dependan de insumos importados enfrentan márgenes de ganancia reducidos, lo que puede ralentizar el crecimiento económico.
Para mitigar estos efectos, Chacón recomienda a las empresas y familias diversificar sus ingresos. “En tiempos de incertidumbre, es esencial planificar con escenarios de alta volatilidad. Para los empresarios, esto significa buscar proveedores locales o negociar contratos en pesos. Para las familias, se trata de priorizar el ahorro en monedas fuertes, como el dólar, para protegerse de posibles fluctuaciones”, señaló.
Asimismo, destacó la importancia de que el Gobierno implemente políticas que fomenten la estabilidad macroeconómica y generen confianza entre los inversionistas internacionales. La reforma fiscal y una política de gasto público responsable serán componentes cruciales para reducir el déficit fiscal y fortalecer el peso colombiano.
Un año clave para la economía colombiana
En 2025 Colombia enfrentará el desafío de adaptarse a un entorno global incierto mientras aborda sus propios problemas internos. Según Chacón, aunque los factores externos seguirán influyendo en el comportamiento del dólar, el país tiene la oportunidad de fortalecer su economía mediante una estrategia integral. Esta debería incluir medidas para reducir la dependencia de exportaciones volátiles, fomentar la innovación en sectores clave y mantener la estabilidad política y social, elementos que generan confianza en los mercados internacionale
“La economía colombiana tiene resiliencia y capacidad de adaptación. Si se logra aprovechar este momento para implementar reformas estructurales y diversificar la economía, 2025 podría ser el inicio de una recuperación más sostenible”, concluyó.
Por ahora, tanto las empresas como los ciudadanos deberán continuar ajustándose a la volatilidad del dólar, mientras observan de cerca los movimientos de las principales economías del mundo y las políticas locales que definirán el rumbo de la economía nacional en los próximos años.