Con 26 años dedicados a la danza y la promoción del folclor, Julián Mauricio Soto Inchima se ha convertido en una figura fundamental para la cultura en Rovira, Tolima. Aunque no nació allí, se considera hijo del municipio, pues fue criado en sus tierras desde los 9 años, y desde entonces ha dedicado su vida a sembrar amor por las tradiciones entre niños y jóvenes.
“Sentirme el mejor no es por los premios o reconocimientos, sino por trabajar cada día en el arte que Dios me dio: la danza. Amo lo que hago, y busco rescatar nuestras raíces para que las nuevas generaciones también las vivan”, esta gran satisfacción humana.
El impacto de Soto Inchima no se limita a los escenarios. Su trabajo con los más jóvenes va más allá del baile: les ofrece una alternativa a los peligros del ocio y los malos hábitos. “La danza les da a los niños un espacio donde pueden expresarse y construir un proyecto de vida. Es una herramienta poderosa para alejarlos de la drogadicción y otros vicios”.
Gracias al respaldo de la actual administración municipal, encabezada por el alcalde Victor Alfonso Gualtero y la gestora social Laura Melisa Núñez, el grupo folclórico de Rovira ha florecido de la casa de la cultura Arsenio Zambrano.
“Esta es la primera vez que una administración toma en serio la cultura. Nos han dado apoyo real, y eso ha permitido que hoy podamos representar a Rovira en escenarios como Cartagena y traer triunfos para el municipio”.
Su legado no solo se mide en aplausos, sino en vidas transformadas. Por eso, hace un llamado a los padres de familia: “Desde julio abrimos inscripciones para que los niños y jóvenes ingresen al grupo de danzas de la Casa de la Cultura Arsenio Zambrano. Las puertas están abiertas para todos”.
Julián Mauricio Soto Inchima Contacto: 312 253 7352—No solo baila por pasión, sino por convicción. Su danza es resistencia, esperanza y futuro para una generación que hoy encuentra en la cultura una salida, una identidad y una razón para soñar.
