El hotel ha sido testigo de relevantes acontecimientos políticos y culturales, al igual que el sitio que ha hospedado, a lo largo de sus 109 años de historia, a grandes personajes del país.
Por: Salomé Suarez Valderrama.
Ibagué, junio de 2024.
“Era muy pequeña y la vida en ella discurría apacible y tranquila. Aquí, como decía don Juan de Dios Restrepo, Emiro Castro era el seudónimo, se vivía muy despacio. Estaba edificada en su mayoría con casas de bahareque de techos de paja, no existía alumbrado público, el acueducto no prestaba servicio, ni mucho menos el alcantarillado, tampoco había ladrones ni pordioseros, su clase alta estaba compuesta por gentes en su mayoría acomodadas sin excesos de utilidades como se dice hoy, pero sin angustias ni compromisos mayores…”, menciona el tres veces alcalde de Ibagué, Clímaco Botero Escobar, al referirse al clima de la ciudad durante los primeros años del Siglo XX cuando nació el Hotel Europa, en una sus crónicas que aún se conserva.
Los rastros del origen de este distinguido hotel son un tanto borrosos. Debido a la falta de recursos económicos para reunir en publicaciones la historia de los períodos que atravesó la ciudad, hechos como la apertura de este lugar, y muchos otros acontecimientos, no pudieron ser retratados por las academias de historia en sus escritos. A pesar de ello, varios autores e investigadores indican que fue Salomón Haikeen, un extranjero de origen Sirio – Libanés, quien se asoció con Segundo Santofimio Mejía, abuelo de Alberto Santofimio Botero, para fundar el Hotel Europa al alquilar a la familia Torres el segundo piso de lo que hoy se conoce como el Centro Comercial Combeima.
El abogado y político colombiano Alberto Santofimio Botero es hoy quien arroja luz a la oscuridad que cubría los verdaderos inicios de esta emblemática estructura. En el aniversario de los 109 años del Hotel Europa, conocido en el presente como el Hotel Acacia, Santofimio compartió con los asistentes que logró descubrir en dos tomos de las memorias del exvicepresidente del Perú Luis Alberto Sánchez, el escritor, recuerdos de cómo conoció a Ibagué en 1915: “cuenta que llegó a la Estación del Ferrocarril y en la Estación del Ferrocarril lo condujo hacia la ciudad un ‘carro tres patadas’, le decían en ese tiempo porque les daban manivela para poderlos prender, con el emblema del Hotel Europa y lo trajo al centro de la ciudad a la primera etapa del Hotel”. Además, en estos mismos escritos, que le fueron enviados a Santofimio por el presidente de Perú Alán García, se continúa haciendo alusión al Europa y a la amable recibida que tuvo Sánchez siendo invitado por el general Segundo Santofimio y su esposa, Carlota Caicedo Montealegre, a compartir con ellos en una corrida de toros que se haría en el Salado.
Es gracias a su mención en esta y otras crónicas realizadas por distintos escritores que se puede hacer seguimiento a la evolución de esta obra arquitectónica: “el Hotel Europa tiene una significación en la historia contemporánea por personas que tuvieron la fortuna de conocerlo y de vincularlo”, afirma Santofimio Botero. Aparte de conocer el ambiente de Ibagué para estos años, es importante mencionar que se registraron grandes cambios para Colombia, luego de la Guerra de los Mil Días que afrontó el país, durante los primeros años del siglo primó una hegemonía conservadora y a su vez, dentro del fraccionamiento del partido Liberal que aconteció, surgió un grupo con el deseo de crear una generación más pacifista. Es en este contexto, cuando Ibagué se comienza a convertir en una sede de pensadores del liberalismo encabezados por el General Benjamín Herrera que, pese a ser derrotado por Pedro Nel Ospina del Partido Conservador en las urnas para la presidencia de 1922, visionó una nueva época para Partido Liberal y alternativas al gobierno de entonces.
La Convención Nacional del Liberalismo desarrollada en 1922 es uno de esos pasos hacia la visión de Herrera, quien reunió a cerca de cuarenta y dos delegados de diferentes partes del territorio nacional en Ibagué. “En el tren de las doce meridianas, acaban de llegar los Convencionistas. Al mismo tiempo entran a la ciudad por el camino del Quindío los delegados del Cauca Grande y por la vía de Calarcá llegan los convencionistas de Caldas. Al reconocerlos el gentío que llena las calles, los saluda con efusivas vivas”, relata el historiador Álvaro Tirado Mejía sobre el cómo fue presenciada por testigos la llegada de estos primeros visitantes a la Estación del Tren de la ciudad.
Simón Bossa, representante del departamento de Bolívar; el General Cesar Diaz Granados, representante del Magdalena; y desde la Intendencia de San Andrés y Providencia, Manuel Pareja con Felipe Paz; fueron algunos de esos visitantes. De acuerdo a la investigación de Santofimio, en las reminiscencias de Tirado se cuenta también cómo “los huéspedes, en medio de las aclamaciones de la multitud, tomaron el carro que los condujo a las instalaciones del Hotel Europa en donde serían alojados la mayor parte de los miembros de la Gran Convención Liberal de 1922”. Esta fecha quedó señalada como un punto clave en su trayectoria al hospedar a las importantes personalidades que asistieron al evento, por lo que se puede decir que el hospedarse en el Europa se remite entonces a una antigua tradición.
El hotel fue refundado por el dirigente deportivo Humberto González Ruíz, conocido como el “Negro Pingo”, en 1933, marcando la segunda etapa del Hotel con su nueva inauguración en la esquina de la calle 13 entre carrera 3ra y 4ta, las instalaciones que conocemos actualmente. Santofimio aún recuerda con nostalgia cómo a sus 21 años celebró en esta nueva sede del Hotel Europa su elección como Concejal de Ibagué, luego perdida en los escrutinios por tres votos.
Al igual que estos, muchos otros sucesos quedaron registrados en los pasillos del Europa y por eso finalizo escribiendo en estas páginas también algo que Santofimio recalcó durante el recorrido por la evolución del hotel y es que este no es un edificio colonial. En realidad, y aunque suelen confundirlo, su arquitectura es republicana, las características republicanas se han tratado de conservar durante años por sus propietarios Guillermo Quintero y Amanda Gallo, por ello hoy en su tercera etapa, la actual, los ibaguereños y visitantes tenemos la fortuna de poder conocer al hotel de Ibagué que fue testigo de 109 años de historia. El Hotel Acacia.
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