En el corazón palpitante de Colombia, donde las aguas del Magdalena serpentean como arterias de vida y memoria, una nueva historia comienza a escribirse. A partir del 25 de enero de 2025, este río, testigo de epopeyas y susurros ancestrales, acogerá en su regazo al primer crucero de lujo que navegará por sus cauces, marcando un hito en la travesía turística del país.
Este viaje, que se despliega como un tapiz de ocho días, invita a los viajeros a sumergirse en la esencia misma de la nación. Desde la histórica Cartagena hasta la vibrante Barranquilla, pasando por joyas como Mompox, El Banco, Calamar, Magangué, Santa Bárbara de Pinto, Nueva Venecia y San Basilio de Palenque, cada escala es un verso en la poesía fluvial del Magdalena.
Detrás de esta odisea fluvial se encuentra AmaWaterways, una empresa estadounidense que ha tejido su reputación en los ríos de Europa y Asia, y que ahora elige a Colombia como el lienzo para su próxima obra maestra. Sus embarcaciones, concebidas para albergar entre 60 y 64 almas viajeras, ofrecen camarotes que oscilan entre los 22 y 48 metros cuadrados, algunos adornados con balcones franceses que permiten contemplar el paisaje como si de una pintura viva se tratase. Piscinas que reflejan el cielo, gimnasios que invitan al movimiento y espacios de relajación completan la experiencia a bordo.
Pero más allá del lujo tangible, este crucero es un puente entre tiempos y culturas. Los pasajeros serán partícipes de celebraciones emblemáticas como el Carnaval de Barranquilla, se adentrarán en los laberintos históricos de pueblos que han resistido el embate del tiempo, y se deleitarán con la sinfonía de aves que habitan las riberas del Magdalena. La visita a San Basilio de Palenque, primer pueblo libre de América, se erige como un recordatorio de la resiliencia y riqueza cultural que define a Colombia.
Este emprendimiento no solo promete enriquecer el alma de quienes se aventuren en sus aguas, sino también revitalizar las economías locales. La presidenta de ProColombia, Carmen Caballero, destaca que AmaWaterways busca abastecer sus barcos con productos colombianos, integrando así la oferta exportable del país en la cadena productiva del turismo.
En palabras del gobernador de Bolívar, Yamil Arana, este proyecto es una invitación a redescubrir el río Magdalena, no solo como una vía de navegación, sino como un alma que nutre y conecta a las comunidades que abrazan sus orillas.
Así, el Magdalena, eterno narrador de historias, se prepara para contar una nueva: la del regreso de las embarcaciones que, como en los tiempos de antaño, surcan sus aguas llevando consigo sueños, culturas y esperanzas.