DE LAS ASAMBLEAS DE ARROCEROS FEDEARROZ A LOS DIAGOLOS VINCULANTES NACIONALES

DE LAS ASAMBLEAS DE ARROCEROS FEDEARROZ A LOS DIAGOLOS VINCULANTES NACIONALES

14 noviembre, 2022 Off By admin

Entre agosto y octubre del presente año, vivimos al interior
de la Federación Nacional de Arroceros una jornada
de enorme importancia para el devenir de nuestra
agremiación. Se trató de las asambleas de productores
arroceros en las 19 seccionales de Fedearroz en el país,
constituidas además en un productivo reencuentro luego de la
difícil etapa vivida por la pandemia del Covid-19.
En desarrollo de dichas reuniones, se renovaron los integrantes
de los Comités zonales de Arroceros y los delegados al
Trigésimo Octavo Congreso Nacional Arrocero que se celebrará
entre el 30 de noviembre y el 2 de diciembre en Bogotá.
Volver a nuestras reuniones presenciales y compartir con los
productores en todas las zonas el comportamiento del sector,
observar la acogida y el respaldo a su Federación fue un hecho
muy motivante, así como importante el poder identificar y
debatir muchos temas de gran relevancia sectorial.
Los agricultores fueron informados por la Gerencia General de
la coyuntura nacional e internacional del sector, así como los
resultados de la investigación realizada con los recursos del
Fondo Nacional del Arroz y las inversiones con los provenientes
de las subastas de Colrice, identificando la forma en que tales
proyectos vienen teniendo positivo impacto para alcanzar
la sostenibilidad y competitividad, resultados expresados
en reducción de costos de producción y mejoría en los
rendimientos.
De igual manera se compartieron las positivas cifras que se
vienen alcanzando con el adecuado uso de la tecnología y
la adopción en cada zona arrocera de las mejores prácticas
productivas, que hacen parte del programa AMTEC de
Fedearroz, cuya implementación ya cubre el 60% del área
sembrada de arroz en Colombia, recordando que durante la
pandemia, la Federación no se detuvo en todas las actividades
que tienen que ver con la investigación técnica y económica,
aspecto determinante para los resultados entregados.
Las asambleas fueron también el escenario donde los
agricultores dieron a conocer las demandas existentes en cada
zona, para superar las dificultades en el ciclo productivo. En
algunas de ellas, tales requerimientos apuntan a problemas de
gran envergadura que exigen del gobierno una gran atención,
como la del control de las inundaciones de la Mojana y la
construcción de una planta de secamiento, almacenamiento y
trilla en el Bajo Cauca, o serios problemas en la infraestructura
vial como sucede en regiones como el Casanare, así como la
necesidad de optimizar el acceso a programas de crédito o
insumos, para pequeños productores de zonas como el sur del
Tolima y Huila.
En medio de las manifestaciones de los productores de
acuerdo con su zona específica, se observó de manera
generalizada en todas las regiones arroceras, una gran
preocupación, ya que no existe claridad respecto de la
política que en favor del campo, se incluirá en el plan de
desarrollo.
Si bien en la campaña presidencial se prometió inversión
en el campo y garantías para la seguridad alimentaria, el
incremento en los costos de insumos acentuado por la
tasa de cambio fuertemente depreciada y la incertidumbre
respecto de los proyectos de encadenamiento productivo,
están haciendo que los productores sientan enormes
riesgos para su inversión, lo que se expresa en una gran
incertidumbre para el año 2023.
Es necesario que el gobierno nacional entienda esta
preocupación y permita que en el plan de desarrollo
se incorporen elementos concretos de apoyo a los
productores agrícolas, tales como el otorgamiento de
créditos verdaderamente asequibles para los productores,
esto es, con plazos no inferiores a 20 años y bajas tasas, que
permitan cristalizar proyectos de tanta importancia como los
de secamiento y almacenamiento en finca.
Esta sería una de las decisiones de alto impacto en el sector
arrocero, pues daría lugar a que en regiones de alta producción
como los Llanos Orientales, se rompa la estacionalidad de
la cosecha, que hoy día causa permanentes problemas a la
comercialización de la misma.
De igual manera se necesita una política clara que lleve al
mejoramiento sustancial
de la infraestructura vial y de riego, el afianzamiento del
seguro de cosecha y la adopción de estrategias para proveer
servicios de asistencia técnica integral de alta calidad, de tal
manera que el productor pueda continuar en el camino a la
competitividad.
Esperamos que el proceso de los diálogos regionales
vinculantes, sirva para escuchar estas propuestas y en
todo caso, que el gobierno concluya su plan de desarrollo
incluyendo las ideas que los productores han venido
transmitiendo a la Federación, con el fin de hacer posible
el crecimiento que el campo requiere y así garantizar la
soberanía y seguridad alimentaria, pues “donde hay arroz
jamás habrá hambruna”.