En el marco del Día Mundial del Turismo, el 27 de septiembre, Fontur y el MinComercio realizaron un recorrido por tres lugares emblemáticos del departamento en donde se construye paz desde el territorio.
Por: Salomé Suarez Valderrama.
Ibagué, 30 de septiembre de 2024.
No por nada se conoce a Risaralda como el departamento verde. Con tan solo mirar desde el cielo, las montañas de la Cordillera Central se alzan a la espera de recibir a los cientos de visitantes que llegan cada día al Aeropuerto Internacional Matecaña de Pereira para recorrer la región. Dicen que esta tierra es sinónimo de café, pero es mucho más que eso y el turismo es la herramienta perfecta para conocer desde su gente la riqueza que oculta.
¿Sabía usted que fue mediante un convite que se logró la construcción del Aeropuerto Matecaña? Sí, hacia 1.947 más de veinte mil personas unieron fuerzas para llevar a cabo las obras de este lugar emblemático y por ello esta región también es conocida por su espíritu cívico. Es difícil que en este artículo se pueda mencionar al detalle cada uno de los hitos que caracterizan Risaralda y su historia, porque son tantos que no cabrían; sin embargo, gracias al Fondo Nacional del Turismo (Fontur) y el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo recorreremos tres de sus ciudades a través del arte y su cultura.
PEREIRA, LA CIUDAD SIN PUERTAS.
Para divisar toda la riqueza de este territorio el mejor plan es visitar Cerro Canceles, el que fue uno de los mayores asentamientos indígenas que tuvo Pereira. A lo largo del camino que lleva hasta la cima del cerro se exponen los hallazgos arqueológicos realizados durante la excavación de la montaña y al llegar allí, como lo afirma Paula Andrea Londoño, Guía Profesional de Risaralda, “lo más hermoso de disfrutar de este cerro es que cuando volteamos la mirada nos vamos a encontrar con el verde que es lo que hace maravillosa esta ciudad de Colombia”.
Pero esto no es lo único que hace maravilloso a Pereira, la amabilidad y la hospitalidad con la que es acogido todo aquel que llegue a este lugar es invaluable. Esta es tan solo una de las razones por las cuales llaman a Pereira como la Ciudad Sin Puertas, la otra es porque a lo largo de su historia y como parte de diferentes procesos migratorios se ha convertido en el hogar de personas provenientes de distintas partes del país, e incluso del exterior.
Un ejemplo de esta convergencia multicultural es el barrio Nacederos de la Comuna Ferrocarril. “Nuestro barrio en sus inicios se construyó a partir de personas que venían de todas partes del país a buscar en esta región una manera de salir adelante”, agrega Mateo Gaviria, uno de los líderes del proyecto “La Ferro, Transformadores On Going”, al contar a los visitantes la historia de Nacederos, mencionando que por allí pasaban las carrileras del tren cuando construyeron en la comuna la primera estación del ferrocarril del Eje Cafetero y que fue justo al lado de esas carrileras en donde empezaron los primeros asentamientos ilegales.
Esta ruta es tan solo uno de los resultados que trajo consigo la iniciativa pues hace más de un año se inauguró el “Corredor Turístico La Ferro” con el que, el grupo de jóvenes que integran el proyecto, buscan romper los estigmas de violencia que se tenían de la zona y por medio del arte transformar la vida de sus habitantes.
Así mismo, son muchas las organizaciones sociales que hoy trabajan por transformar sus barrios en territorios de paz desde expresiones artísticas y culturales, como en la Comuna Villasantana. Casos como el de la Corporación Las Piquiñas del Chango, con su Festival Sancocho Comunitario Artístico, o los distintos actores involucrados en El Festival Raíces Pacíficas Tokiomanía, desarrollado para realzar la cultura tradicional del pacífico, son muestra de ello. Es de recordar que, según cifras de la Alcaldía de Pereira, para el 2022 “entre 30.000 y 33.000 personas que pertenecen a la comunidad afrocolombiana, habitan en el municipio de Pereira, la mayoría se han asentado en sectores como El Plumón, Villasantana y Tokio”.
Con esas mismas ganas de salir adelante que es característica de estos jóvenes son muchos los pereiranos que con esfuerzo dejan en alto el nombre de su ciudad. La gastronomía es una de esas formas de llevar a Pereira al corazón de quienes la visitan y en la que muchos emprendedores han encontrado esa oportunidad de crecimiento como doña Cantaleta, cuyo negocio recibe su mismo nombre La Cantaleta, con su destacada sazón e historia familiar, o el Restaurante La Ruana que cumple 25 años de historia gastronómica siendo uno de los más típicos de la región